Ser o no Ser

  No he podido dejar de ser quien soy para complacer a los demás… dejaría de ser yo y no tendría sentido complacer a nadie por encima de mí, tampoco quiero ser sumiso a indicaciones fútiles y ajenas totalmente a mi personalidad para complacer a mi entorno. Me han desestimado, me han menospreciado, es un irrespeto, es un fraude, ELLA me ha utilizado, exprimido hasta mas no poder mis años juveniles fueron desperdiciados buscando el éxito del día a día, lo que me impidió avanzar en mi vida personal, mas de uno de mis hijos se han equivocado de raíz. Ahora en mi vejez y con mis meditaciones he logrado ver como mi filosofía de vida fue extremadamente errónea, he vivido mayormente practicando las virtudes que me dio la vida y el poder cognitivo suficiente para analizarlas… incluyéndola a ELLA nadie tuvo suficiente claridad para discernir de la realidad para lograr el concepto que medianamente pudo darme una mejor vida en concordancia armónica con el entorno vivido, he pasado mi vid...

"Los frutos del destino"

Para mis apreciados lectores. Yo Jose Agustín Diaz nací en Maracaibo del Estado Zulia en Venezuela el 22-12-1949, hoy a la fecha tengo 7 hijos adultos, hombres y mujeres. Desde temprana edad me gustó construir, reparar, inventar, no estudie, mi afición por el sexo opuesto desvió mi atención por los estudios. Solo soy bachiller, soy empírico de la vida, chofer de servicio pesado, mecanico automotriz, pintor, soldador y si hice algunos cursos esenciales para mi optimo desempeño.

He llegado a ser el creador del vehículo venezolano “Cucuchi”. Aconteció allá por el año 1986 estando mi amada esposa embarazada y efectuado ya el ecograma correspondiente al embarazo se confirma la presencia de una preciosa niña en gestación. Fue tan inconmensurable mi alegría que se me ocurrió inmediatamente prepararle un regalo de bienvenida al mundo, el cual sería un automóvil artesanal hecho por mi para su uso exclusivo.





Entraba el año 1987. Nace la niña mientras yo entusiasmado y altamente motivado daba los últimos toques a este vehículo, ella fue creciendo, ya con unos meses empezaba a balbucear, su primera expresión audible fue: “Cucuchi”. Palabra mágica para mí y que daría para ella el apodo diminutivo de Cucuchi para tiempo después convertirse en la marca original registrada legalmente ante el órgano competente como Cucuchi Premier y el cual debí esperar su mayoria de edad para entregarle formalmente.




Así transcurren unos meses y haciendo uso de mi instinto creativo decido fabricar un 2do vehículo de transmisión automática y ligeramente mas grande, este seria el Cucuchi De ‘Luxe personalizado para mi amada esposa y cuya construcción duro 15 meses ya terminado y debidamente registrado.



Pasan los años ya los recursos escasean, las inconveniencias políticas arrecian y hacen invivible la vida. Cesa la producción y cese de mis impetus creativos, disminuye mi salud y las energías vitales comienzan a disminuir también.

Llega el año 2000 cargado de promesas y expectativas.

Decido reanudar mi creación, doy comienzo a la construcción de un robusto 4x4 que siempre deseé inspirado en un modelo H1 ya existente en el mercado. Comienzo en el 2001 hasta mas o menos el 2004 o 2005 cuando la situación país origina caos económico casi general y detengo esta construcción, hago una pausa y doy comienzo a un largo, penoso, tortuoso y martirizante intento por adelantar o comenzar el registro y matriculación formal de este y que como ya he mencionado por razones políticas se me haría cuesta arriba.





Casi imposible, dure 7 años pasando penas y vicisitudes. La tenacidad, el coraje, la perseverancia, el tesón de no darme por vencido, un dia dio sus frutos.



Llegaba el momento tan ansiado, había conquistado el derecho a registrar mi obra.

Salía triunfante con mi camioneta registrada y como la quise: “Fabricación Nacional Cucuchi S25 4x4”. Actualmente es mi vehículo de uso diario y está en inmejorables condiciones.



Los otros dos están operativos y en manos de sus dueños originales “Enhorabuena”



 

“Son los frutos del destino”

Jose Agustín Diaz

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